Gwyneth Paltrow podría callarse si quisiera, pero algo dentro de su cerebro se lo impide. La muchacha se ha puesto en manos de una preparadora física, y ante este hecho el resto de nosotras, tías, deberíamos habernos puesto en manos de una preparadora psíquica, pero la sosa de los cojones no nos avisó con tiempo. Es probable que si en vez de enfrentarse a la operación bikini se hubiera sometido a una operación cerebral nos hubiéramos perdido sus declaraciones... y eso que nos hubiéramos ahorrado.
"Mi culo! Mi culo, culo, culo. Cuando conocí a Tracy me dijo que tenía un culo largo y cuadrado, pero que se iba a encargar de rediseñarlo, y yo en plan, "Vale, buena suerte". Lo sorprendente es que tenía razón! Y continua cambiando!"
Gwyneth Paltrow, culo cuadrado, cabeza de chorlito.
Sólo imaginar el proceso de metamorfosis de las blancas nalga de la Paltrow me produce jaqueca. Me llena de orgullo y satisfacción que a la mujer le remodelen la carabé, pero ¿era necesario hacernos participe de ello?.
Por cierto, ¿Sacará Ikea una serie limitada de banquetas ergonómicas especiales para culos descuadrados? y ¿Era el culo cuadrado de Gwyneth, con sus afiladas aristas, el causante de la mala baba de Chris Martin? y ¿Qué harán con las esquinas de carne sobrante?, ¿Un carpaccio? y si el cambio continúa ad infinitum ¿se le triangularan las nalgas?.
Vía | Dlisted
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