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4 de diciembre de 2007

Una rubia en una Biblioteca



A estas alturas ya sabréis de mi debilidad por las rubias tontas. Las nifas y los satiros de niveas cabelleras como el que esto escribe, somos un servicio social, hacemos que vuestra capacidad intelectual parezca mayor.

Deberíamos estar subvencionados por el gobierno. Aquí va otra demostración de pensamientos oxigenados, esta vez para promocionar una marca de coches.

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