Lo del embarazo de la Moss es como el Guadiana, aparece y desaparece, tías. Que si, que no, que la preñen por favor. Y así, cada dos meses. Acaba de llegar el enésimo desmentido. No esta preñada, sólo ha sido un pedo cruzado, que la coca y el vodka son una combinación perniciosa, desorienta a los gases y terminan yéndose intestino arriba, regurgitando en el estómago para terminar alojados entre el páncreas y el higadillo.
Ella, que es más fina que farla bien picada, ha preferido decir: "No estoy embarazda, pero luzco más mujer", vamos que se le estan redondeando las lineas rectas, tías.
Vía | Telegraph
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16 de febrero de 2009
Kate Moss y los gases, tías!
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