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27 de octubre de 2008

Allegra Versace o el espíritu de la golosina

A veces una imagen vale más que mil palabras y una buena hostia a tiempo más que una docena de bocadillos de panceta a destiempo. He dicho.

La sobrinisima
de paradójico nombre, del que perpetrara las camisas con estampados más espantosos de la historia, Allegra Versace es una sombre de lo que fue, y si lo que fue era puro hueso, ahora solo le queda médula osea. O sea...

Aunque no se que es más awfull, aunts, si ella o la espantaja de su madre, que como abra la boca se la come de un suspiro. Y eso es precisamente la niña, la radiografía de un suspiro, el espíritu de la golosina, el esqueleto con el que hacíamos el mongui en el laboratorio de química, un maniquí de Bershka disecado, la momia de nefertiti vuelta a la vida y sin vendas... es un cuadro, una pena, un horror, una mujer anuncio contra la anorexia.

Creo que me voy a calentar el tupper de alubias con chorizo y morcilla que me ha preparado mi madre, que todavía queda mucho para la cena! Aarg!

Vía | Celebitchy

2 comentarios:

Marcelo Dance dijo...

O sea, una de esas mujeres que desde su acomodada condición social, sueña con emular a esos
pobres chicos hambrientos de Etiopía, quienes contrariamente a lo de la sobrina de Versace, no tienen posibilidades de elegir...
Lamentable!
A título personal prefiero las mujeres con carne, grasas, estrías y lo que fuera, pero mujeres! nada de palos de escoba con trapos...
Saludos de otro ególatra!

Anónimo dijo...

JEJEJE, LA VERDAD ES QUE ME PARTO CON TUS COMENTARIOS, SALIR CONTIGO DE COPAS DEBE SER GENIAL, AAYYY LA RISA, QUE TANTA FALTA NOS HACE EN ESTOS TIEMPOS DE MIERDA QUE VIVIMOS. GRACIAS POR ELLO.

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